lunes, 18 de abril de 2022

La Iglesia asturiana celebra la festividad del dominico san Melchor Quirós

La diócesis asturiana viene celebrando el 28 de julio, con motivo de la festividad de san Melchor de Quirós, dominico asturiano canonizado por san Juan Pablo II, la fiesta misionera. Un año más no se olvidó. La celebración a las 12,30 fue presidida por Javier Gómez Cuesta, con la presencia de los dominicos Juan José de León LastraJosé Luis Álvarez Valdés, y Manuel Santos, del convento de los dominicos de Oviedo. De la misma forma, participaron Miguel Ángel Coviella Corripio, párroco de Quirós,  Sotero Alperi Colunga O.P. párroco de Teverga y Luis Ricardo Fernández Sánchez, de Sama-Langreo.

Gómez Cuesta recalcó en su homilía, que «nuestra fe cristiana, la fe en Jesucristo, se fundamenta en los Apóstoles, en los evangelios, se fundamenta en quienes han dejado escrito con su sangre el testimonio de cristianos, dando por Jesucristo su vida». «Hoy venimos a Cortes de Quirós, donde Melchor pasó los primeros años. Es en esta tierra donde se forjó su espíritu fuerte. Durante los primeros siglos un número importante de bautizados fueron mártires. “La sangre de los mártires era semilla de cristianos”. Se conoce por las catacumbas en Roma, la ciudad eterna, que las misas en los primeros siglos se celebraba sobre las sepulturas de los mártires para pedir su intercesión».

En Asturias «tenemos también mártires que son nuestros intercesores. Así Santa Eulalia, patrona de la diócesis, san Pelayo, los mártires de Turón, los mártires de Nembra, los mártires seminaristas. Y tenemos también a nuestro protomártir: el primer santo asturiano, san Melchor de Quirós que nació en este pueblo (Cortes) donde estamos ahora. Este año 2021 se cumple el bicentenario de su nacimiento».

Semilla de nuevos cristianos

«En 1858 y en tierras lejanas, lo que hoy conocemos como Vietnam, sufrió un martirio cruento. La muerte de Melchor causó tal conmoción que se multiplicaron las conversiones. Se cumplía así el dicho de los Santos Padre: “La muerte de los mártires es semilla de nuevos cristianos”», explicó en la homilía.

El santuario, «lugar de devoción popular, donde la gente se siente dispuesta a manifestar la fe. Son lugares que invitan a acercarnos a Dios. Son fuentes de gracia, son lugares privilegiados, son lugares de peregrinación; son lugares donde se vive con intensidad esa fe de la iglesia particular. Ojalá este santuario recupere toda esa vitalidad y vigor que tuvo en el momento inicial, cuando se soñaba que este sitio fuese un lugar de encuentro con Dios, sobre todo para la juventud, para la catequesis de la confirmación; donde los chavales de Asturias vinieran en peregrinación», prosiguió. «San Melchor es ejemplo de fortaleza. Hoy se necesita fortaleza. Este santuario donde veneramos a San Melchor, debería ser un lugar idóneo para que los confirmados conocieran el ejemplo del santo asturiano».

«Tenemos que dar testimonio, tenemos que evangelizar», invitó Gómez Cuesta. «En un tiempo con tanta necesidad de vocaciones, necesitamos la dimensión misionera, testigos de nuestra fe. La Iglesia en “salida”, nos dice el Papa.
san Melchor salió, marchó de Asturias para predicar el evangelio. Ojalá que el entusiasmo de Melchor, nos contagie y soñemos con una Asturias, donde haya trabajo. Lo pedimos a san Melchor, nuestro icono, nuestro intercesor.
Los santos son los frutos más hermosos de la humanidad, son la riqueza de la Iglesia».