Cuando los curas "se
vuelven especuladores, el pueblo se escandaliza"
El Papa dice que
es "escandaloso" cobrar en las iglesias por los sacramentos
"Que las iglesias
jamás se conviertan en casas de negocios, la redención de Jesús es
gratuita"
21
de noviembre de 2014 a
las 16:10
Hay
dos cosas que el pueblo de Dios no puede perdonar: a un sacerdote apegado al
dinero y a un sacerdote que maltrata a la gente
El Papa Francisco denunció hoy que algunas parroquias se
conviertan en "casas de negocio" y hagan pagar por celebrar
sacramentos como bautizos o bodas, durante su homilía en la misa matutina de la
capilla de su residencia, la Casa de Santa Marta.
El Papa
reflexionó hoy sobre la liturgia del día en que Jesús expulsó a los mercaderes
del Templo, "porque habían transformado la casa de oración en
una cueva de ladrones" y entonces denunció cómo también ahora los
sacerdotes pueden causar escándalo con sus hábitos, con el comercio o la
mundanidad.
"Cuántas veces entramos en una iglesia, aún hoy, y hemos visto la
lista de los precios" para el bautismo, la bendición, las
intenciones para la Misa. Y el pueblo se escandaliza", exclamó el papa.
Ante
ello, Francisco contó cómo recién ordenado sacerdote conoció a una pareja de novios que quería casarse durante una
ceremonia que incluyera la misa, pero el párroco se negaba porque decía que la
celebración no podía durar más de 20 minutos porque se ocupaban dos turnos.
"¡Y para casarse con una misa
tuvieron que pagar dos turnos!", y esto es "un pecado", denunció
el papa.
El papa
recomendó entonces a los fieles que cuando vean estas cosas "tengan el valor de
decírselo a la cara al párroco".
"Hay dos cosas que el pueblo de Dios no puede perdonar: a un
sacerdote apegado al dinero y a un sacerdote que maltrata a la gente",
dijo el pontífice, quien agregó que es imposible perdonar cuando "La casa
de Dios se convierte en una casa de negocios".
"Cuando
los que están en el Templo - independientemente de que sean sacerdotes, laicos,
secretarios que se ocupan de administrar la pastoral en el Templo - se vuelven
especuladores, el pueblo se escandaliza. Y nosotros somos responsables de esto.
También los laicos, ¡eh! Todos. Porque si yo veo que en mi parroquia se hace
esto, debo tener el coraje de decírselo en la cara al párroco. Y la gente sufre
por ese escándalo. Es curioso: el pueblo de Dios sabe perdonar a sus
sacerdotes, cuando tienen una debilidad, resbalan sobre un pecado... sabe
perdonar. Pero hay dos cosas que el pueblo de Dios no puede perdonar: a un
sacerdote apegado al dinero y a un sacerdote que maltrata a la gente. ¡No es
capaz de perdonar! Y el escándalo, cuando el Templo, la Casa de Dios, se vuelve
una casa de negocios, como aquel matrimonio: se alquilaba la iglesia".
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