HOMENAJE A UN VIEJO CURA DE PUEBLO
El día 16 de noviembre el
sacerdote Diego Riesco recibió un merecido homenaje al cumplir cincuenta y
cinco años como sacerdote. Una misa, una comida de confraternización
y la presentación de un libro formaron parte de las actividades de esta
jornada. Diego Riesco, natural de Somiedo y actual
párroco de Ceceda (Nava), estuvo veinte años de sacerdote en Quirós donde dejó una honda huella entre los quirosanos.
D. Diego Riesco, así se llama un hombre bienhechor, somedano
de cuna y adoptado por nuestra geografía, cuya trayectoria es, sin duda alguna,
el más fiel testimonio de su talante y nobleza, su humildad y bonhomía: ser
volcado en los otros, siempre atento y dispuesto; persona dividida en lealtad y
entrega, perito en sencillez, en discreción y en fe, amante de la paz y de la
poesía.
Hacedor de pequeños hechos grandes, de los que no se ven, de
los que menos suenan, de los que más perduran y el mundo necesita. Promotor
incansable del santuario de San Melchor de Quirós, cura de las aldeas
recónditas de Asturias, paisano en las partidas de cartas en el chigre, conversador
tranquilo en las tranquilas.
Párroco de los montes, amigo de la tierra, querido por sus
fieles, ‘cura de las caleyas’, como el mismo precisa. Paciente y moderado, esperanzado
y firme, hombre cercano y grato, cuyas huellas florecen por donde pasa y pisa.
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